Una premisa prometedora, un comienzo intrigante
Empecé a leer "Debajo del Roble" con bastante hype. La sinopsis prometía una historia interesante: una duquesa tartamuda obligada a casarse con un plebeyo, que luego se convierte en un famoso caballero. La idea de una protagonista con una discapacidad, algo poco común en este tipo de novelas, me llamó mucho la atención. Maxine, la protagonista, es adorable, y el arte (si es un manhwa o manga, ¡espectacular!) Pero, ay, amigos... la cosa se torció bastante rápido.
El problema del caballero: más músculos que cerebro
El problema principal, y el que hace que muchas lectoras abandonemos la novela, es el protagonista masculino. Sí, es guapísimo, de acuerdo. Pero, ¿qué más ofrece? Absolutamente nada. La comunicación brilla por su ausencia; de hecho, la primera noche se convierte en una escena bastante cuestionable, que muchos califican, con toda razón, como violación. Y no, no se soluciona con el paso de los capítulos. Llegué a un punto (y parece que no soy la única) en el que el caballero se comportaba como un cavernícola con Maxine, justificando su comportamiento abusivo con un "la amo demasiado" que nunca le expresa directamente. Me resulta indignante leer comentarios que lo pintan como un "himbo" enamorado, porque eso minimiza el comportamiento tóxico y violento que tiene.
Maxine: El rayo de luz en una historia oscura
A pesar de todo, debo admitir que el desarrollo del personaje de Maxine es, sin duda, lo mejor de la novela. Sus progresos, su crecimiento personal y su lucha por superarse a sí misma mientras el protagonista está ausente son realmente admirables. Verla ganar confianza y entender su propio valor es gratificante, y me alegra que la autora se haya centrado en mostrarnos su perspectiva y evolución, a pesar de los tropiezos de la trama.
El sexo no lo arregla todo (o al menos, no en este caso)
Muchas reseñas, y puedo corroborarlo, recalcan el hecho de que cada vez que hay un problema entre Maxine y el protagonista, la "solución" es una escena de sexo. ¡Paren, máquinas! No se resuelven los problemas con sexo, se resuelven hablando. La pasividad de Maxine ante este comportamiento es lo que más me molesta; parece que acepta la situación como si fuera algo normal, lo cual es preocupante y daña la credibilidad de su evolución.
¿Vale la pena leerlo? Un dilema complicado.
Si eres de las que aguantan con estoicismo las relaciones tóxicas y disfrutas de ver a la protagonista sufrir para luego brillar con luz propia, quizás puedas encontrarle algo de gusto. El desarrollo personal de Maxine es, de verdad, destacable. Pero, si buscas una historia de romance saludable y con una comunicación decente entre la pareja, te recomiendo que busques otra cosa. La actitud del protagonista es un obstáculo insalvable que echa por tierra todo lo bueno que puede llegar a ofrecer "Debajo del Roble". En mi caso, lo abandoné; el progreso de Maxine no compensaba el malestar que me producía la conducta del caballero.
Conclusión: Un potencial desaprovechado
La premisa de "Debajo del Roble" tenía un gran potencial, pero la ejecución falla estrepitosamente debido al comportamiento del protagonista masculino. Si la autora se centrara en solucionar la dinámica tóxica de la pareja, en lugar de dejarla en manos del destino o de escenas de sexo mal utilizadas, podría ser una historia fascinante. Por ahora, lamentablemente, sólo se queda a medias.