Una segunda oportunidad (con deudas)
¡Hola, lectores! Les cuento mi experiencia con "Reencarnación de la Hija del Duque". Desde el principio me enganchó la premisa: Hildegarde, una mujer que lo tenía TODO, resucita 80 años después en el cuerpo de su... ¿bisnieta? No me lo esperaba, ¡y menos la situación en la que la encuentra! Olvídense del imperio que construyó en su vida anterior, ahora se enfrenta a una mansión destartalada, deudas por doquier y una familia al borde del colapso. ¡Drama nivel dios griego!
Un mundo cambiado
Lo que más me sorprendió fue el cambio radical del mundo. La fuente dorada, la torre mágica, ¡todo desaparecido! Me imagino la cara de Hildegarde al descubrirlo. Aquí no hay un simple "ah, hay que reconstruir todo". Hay que investigar *qué* causó semejante cambio y eso me genera muchísima intriga. ¿Hay una conspiración? ¿Fuerzas oscuras que quieren mantener a raya el poder de la familia del Duque? Las sospechas vuelan, ¡y me encantan!
De guerrera a... ¿recaudadora de fondos?
La transición de una espadachina legendaria a una señora que lucha contra las deudas es hilarante, aunque con toques de amargura, claro. Me encanta como la autora maneja este contraste. Hildegarde sigue siendo la misma guerrera implacable, pero ahora su batalla es contra las facturas y la burocracia. El cambio de escenario le da un toque fresco a la historia, lejos de la típica fantasía épica. Es más... *realista*, si se puede decir eso de una historia de reencarnación.
¿Recomendación? ¡Sin dudarlo!
Si les gustan las historias de fantasía con un toque de humor, drama y una protagonista que no se queda de brazos cruzados ante la adversidad, "Reencarnación de la Hija del Duque" es para ustedes. Me mantuvo enganchada desde el principio hasta el final (¡bueno, hasta donde he llegado, que aún la estoy leyendo!), deseando saber qué ocurrirá. La autora ha creado una trama intrigante con un personaje principal que se siente genuinamente poderoso, incluso en medio del caos. Además, la premisa de tener que reconstruir su imperio desde cero (y con deudas) tiene un toque extra de reto que me encanta. ¡Cinco estrellas para mí!